jueves, 24 de marzo de 2011

Cruz de Caravaca



Mi intuición se perdió. Se que la quise perder. No quiero entender la mente de otro organismo. No quiero estar aquí. Dentro su deseo. Una y Otra vez. Sus organos genitales femeninos se rozan cada vez más y con más fuerza contra mi pene erecto. Su miedo interno da forma al vacío de mis alucinaciones. Una Cruz de Caravaca blanca con tonos rosas sobre una manta de Terciopelo Azul aparece en mi mente al sonido de sus gemidos. Sin sensación de cuerpo. Sin Lugar. Me pierdo en ella donde todo se descompone en cifras. Mis números me llevan a retornar a la inocencia. Vuelvo a ver como se construye la realidad en cada uno de sus puntos de fuga. Me excitan sus dos piernas grandes como columnas donde penetro en un cielo de código libre. Soy un hermoso viaje en ella. Sabiendo en que vector estabas. Encontrando la noche pobre y enferma de luz.



Me repito: la realidad no nos ha engañado. Solo es la sabiduría que hemos recibido lo que nos hace entender lo que significamos.

No quiero estar aquí. Otro cibernauta teclea nervioso. Su única posibilidad un Publiclick. Otra variable: Eva sin Red. No quiero estar sin avatar. Los dos queremos estar, esa es nuestra intuición.





Ando por las ramblas de la Alameda de San Antón en la sucia, puerca y esteril ciudad de  Cartagena. Sólo mirando lós cólores de cada uno de los graffitis. reconociendo cada una de las crews; La Vieja Magra, La Zona Norte Posse, Kraser 3, K20...

NOEND