sábado, 9 de abril de 2011

M.I.A. Miami International Airport.

Time code 00:00:18 Embemed Systems



Agosto 2000. En la zona de embarque un secreta me sigue en los servicios. Llevo una bolsa deportiva de grandes dimensiones con un par de de discos duros y varias unidades zip. Me he dejado barba y pelo largo. Mi primo Mark me ha acompañado hasta el último momento. Un buen tipo con el mismo carácter que yo, por eso supongo que nos aguantamos lo justo.



Casi un año antes es también la primera persona que veo en EE.UU, y curiosamente en el mismo lugar. Mas bajito que yo, pero con increíble parecido. Unos días después me lleva a su local de ensayo. Lleva tupe y toca la batería delante de una gran bandera de barras y estrellas. Where is my mind de los Pixies. Dejamos mi maleta en su casa. Saludo a Vilma, mi nueva madre en la gran democracia, sentada de tras de un varias pantallas de ordenador y me llevan a cenar al restaurante español llamado Navarra, justo en frente de una sucursal de la iglesia de Cienciología. Su marido Héctor, un médico forense, combatiente en la guerra de corea, me enseña su colt, antes de dejar la mansión. Me hace mucha gracia. Después de cenar, nos vamos al Alycat, un prostíbulo con strippers. Un amigo multimillonario de la familia llamado Waldo, un juguete roto del primer boom tecnológico de Seattle, me invita a un baile privado de una stripper. La chica golpea con fuerza mi cara con sus tetas al ritmo de Welcome to Miami, mientras todos mis acompañantes se ríen. No me da ningún placer pero creo que es su rito iniciación. Tomo un White Russians, mientras Waldo repite slap dancing. Nuestras acompañantes femeninas, mi prima lejana Teri Teri y su acompañante Wendolin, una mujer criolla, que escupe constantemente la palabra Loser, protestan. Noto que Wendolin me mira la entrepierna. Waldo les parece un cerdo. No se si por su exceso de sobrepeso o por el entusiasmo que pone a su baile privado. Waldo decide quedarse allí. Teri Teri protesta no sabe por que Waldo tiene que dejarse varios miles de pesos cada vez que esta allí. Yo empiezo a entenderlo viendo el material que se mueve por la sala. Meses después Waldo le envía una polaroid desnudo a Teri Teri donde se puede leer el mensaje Thanks For The Hospitality, tras enterarse que ella se ha comprometido con un periodista de Miami Herald. Nosotros volvemos a la Mansión. Wendolin me invita a ir en su coche y se queda rezagada conmigo. Mi inglés no es muy bueno pero conseguimos optimizar la conversación. Es entonces cuando me dan de verdad la primera bienvenida a Miami. Las ventanas del coche están llenas de vapor. La criolla se pierde conmigo en la bodega de mi tía. Es la primera vez que pruebo las caderas de una cubanoamericana de tercera generación. Al día siguiente Whatever, pero creo que ha subido mi reputación entre mi familia. Mark me da una vuelta su Audi tt para contarme que el también se acostó con ella, y con aquella, y también la siguiente, y que de tanto en tanto, lo suele repetir, aunque tiene pareja estable. Me hace una relación de todas las chicas con las que se ha acostado dentro del círculo familiar y de sus amigas. Lo entiendo como esto es mi territorio, mi tribu, pero me has caído bien chaval. Además me aconseja un restaurante retirado para mis citas. A eso le llamo hacer bien las cosas. Decide llamarme Lucky. Nos fumamos lo que él define como un marihuano, un cigarrillo solo con cogollos de marihuana de hawai y entramos a ver una película en 3D en el Virgin Megastore, después de habernos comprado una cantidad indecente de Dvds. Por si acaso él esa misma noche se tira Wendolin. Antes de irse Wendolin con Mark la veo histérica en el bar gritándome que no sabía por que lo hacía. Disimulo, y aparento no saber de que se trata, la invito a un Sex On the Beach, mira divertida y en ese instante tomo consciencia de cómo es exactamente Miami.

NO END